lunes, 21 de abril de 2014

Trasplantar el corazón

Busco la tierra húmeda,
necesito que me abrace
y me acoja
entre todos los seres
desarraigados
del asfalto.

Beber el agua pura
de los ríos jóvenes
que fluyen rápido
cargados de inexperiencia
y fría salvación.

Alimentarme
de los frutos
que huyen
de los pesticidas.

Por otra parte,
quizás
prefiera la cálida acogida
del helado reniego
del hombre por su esencia
y me funda en el asfalto
camuflado de superación.

Beber en bares
de ambiente viciado
brebajes
que arrasan
con el fuego del odio
toda esperanza
de regreso.

Alimentarme
de cuerpos
que sólo desnudan
la piel, y que hacen
que el hambre sea
cada vez más insaciable,
hasta verme sumida
en una búsqueda
continua
que deje como únicas secuelas
arañazos en la espalda
y desgarros en el alma.

Buscar, en resumen,
trasplantar
mi corazón
en algún lugar. 

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