sábado, 12 de abril de 2014

Otra vez en mitad de la plaza

Actúo de manera automática,
obligación tras obligación
hace pasar el tiempo.


Estoy obligada a comer,
obligada a escuchar.


Como  y escucho
y no sé cómo interpretar lo que como
ni cómo digerir lo que escucho.


Juzgan, todos juzgan
y yo estoy en medio de la plaza,
con la cabeza tapada
esperando a mi verdugo.


El eco retumba
y no sé de qué es el reflejo,
mil noches se ciernen en torno a mi cuello
y me veo obligada a inspirar opiniones ajenas,
creen totalmente en la veracidad de sus juicios
y yo estoy, otra vez, en medio de la plaza.


El eco rodea mi garganta
y no sé qué es lo que me ahoga.

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