martes, 29 de abril de 2014

Fuego eterno.

Me dejé indefensa hace tiempo,
cuando cayó mi única
e innata fortaleza.

La dejé caer
creyéndome así más fuerte,
la nada curte a la nada
y el frío atesora
recuerdos y rocas lunares,
yo río mientras hago barricadas
con todo lo que encuentro a mi paso,
con restos de naufragios ajenos,
con restos de lo que un día fui.

Me convierto sin darme cuenta
en un cúmulo de experiencias
e ideas inflamables,
si las hacen arder
me protegerá
un fuego eterno.

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