Mirar al pasado es dejarte arrastrar por un aire cargado de
sensaciones punzantes, te confunde y te invaden clavándose en tu piel, hasta el
fondo, como en los viejos tiempos y yo me siento tan confusa, pienso que todo
es demasiado efímero, la eternidad hoy te saluda dentro de ti, en forma de
dardo alterizante, recibes todos los latidos del corazón juntos, cuando
corrías, cuando reías… sobre todo cuando llorabas y de repente te sientes
perdido, situado en el limbo, en un momento que será recordado por otras manos
fuera de tus manos, y así, recubriéndonos de capas nos hacemos más sólidos, más
duros, más cerca y más lejos de la muerte.
Menos humanos.
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