lunes, 28 de abril de 2014

El mundo me sabe a poco y encuentro el presente como un dibujo mal hecho, como si alguien pretendiera reírse de mí. Me apetece pintarme los labios de rojo y salir afuera, pero sé que el contraste de la nada contra la nada sería un flash blanco demasiado doloroso para mí, el menos y el menos hoy se convierte en un paraje estéril donde no puede florecer nada. Así que me anclo al suelo con clavos que más tarde arrancaré de mi piel dolorosamente y dejaré una estela de fluidos confusos tras de mí, por si alguien quiere seguirme. Ya no pienso que  puedan venir y salvarme, así que la soledad no me resulta para nada desagradable, de hecho, el contacto con la gente cada día me enfurece más, es como… si quisieran llenar su vacío invadiendo tu casa, tu mente, quieren extraer tu jugo de la forma equivocada y encima te culpan a ti de no sacar lo que esperan, son como mosquitos succionando un gato de escayola.

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