jueves, 17 de abril de 2014

Muros

Entender que estamos en mundos diferentes,
no son barreras estáticas
las que separan al mundo,
ni siquiera tangibles,
pero se sienten.

Y lo más triste de eso
es conocer alguien
y querer entrar en su mundo,
pensar que puedes hacerlo,
y más tarde darte cuenta
de que te das contra un muro.

Esos ladrillos separan
de ti lo que ansías,
y quizás algún día puedas llegar,
puedas entrar ahí,
no para compartirlo,
sino porque es tu próxima estación.

Creo que la vida se divide
en un montón de habitaciones
dentro de unas salas laberínticas.

Los más idealistas pueden decir
que tales muros no existen,
o que aunque existan
pueden derribarse.

No sé, quizás tengan razón.

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