miércoles, 28 de mayo de 2014

Factotum, muerte

Barrer tu puerta,
descompensación del mal,
ideales benignos,
qué horrible palabra,
benévolo, benevolente.

¿Quién siente compasión?

El dolor como un reflejo fugaz,
qué horrible,
romper costumbres,
llorar por no llorar cuando
se supone que deberías hacerlo,
dolerse por no dolerse.

Agitación máxima de los sentidos,
ametrallan,
envían masivos mensajes.

Luces de neón te rodean,
balas, disparos, embestidas.

La saturación lleva a la neurosis,
la saturación lleva a la insensibilidad.

Los psiquiátricos se vacían,
la locura es norma,
pronto van a empezar a encerrar
a los cuerdos.

No mueren, los matan.

No hay vida digna, no hay muerte digna.

Priman instintos corruptos
y el lecho se llena de sangre,
la muerte está a la orden del día
en la mente de los niños,
suman años con los años,
borran pisadas
con flashes coloridos.

Luces de neón ciegan
y reina la apatía
en un escenario saturado
cubierto de blanco.

martes, 27 de mayo de 2014

Papel de plata

Fundirse en el cúmulo
de hechos que recibes,
que te vienen dados,
fundirte en tu interpretación,
en la objetividad ardiente,
calcinada, cálida.

Beber a morro
de todo tipo de botellas,
olvidadas,
beber de borracheras ajenas,
de los restos de naufragios.

Amanecer quemándote con el Sol
y tener que renacer de tus cenizas
a lo largo del día
para luego llevar al punto culmen
al anochecer,
cuando tu asesino se oculta
y deja como cuidadoras
a unas agujas brillantes,
inquisidoras,
que te liberan con su odio.

Alcanzar el movimiento
exhausto de todos tus sentidos,
perder los deseos,
romper los papeles,
amar por dejar de reprimir,
porque no hay fuerzas para
ocultar lo que el sol difumina.

A la mierda los reflejos,
la noche es aliada
porque aunque nos vigile mordaz
sé que morirá con mi muerte.
No es tristeza, es el vacío que la antecede, el desconcierto previo al llanto, la ausencia de palabras, el nudo, la nada. Se oyen los ladrillos al impactar con el suelo, lleno de escombros mi reino, poco a poco. Caen las gotas como amenazas cada vez más ininterrumpidas de la desaparición del todo, pero el hielo nunca se desaprovecha, lo hemos lamido hasta fundirlo. Sobrevuelan la habitación miles de fantasmas de personas que no están, ahora, algunas se han ido para siempre, otras simplemente han cambiado, otra forma de irse. Nadan en el deshielo pasado todos los recuerdos y llegan a una orilla tranquila, después de los rápidos, pacen húmedos y agonizantes en la salida o entrada a mi ser. Los deseos se fosilizan por esperar demasiado, aunque debo reconocer que no soy una persona paciente y rápido estrello emociones petrificadas contra mis paredes, mi mundo está lleno de sedimentos. Vivo y crezco en torno a ellos. Nacen flores sobre muertes ajenas, los grandes templos esconden tras de sí sabiduría, no son ni existen como fin único, sino para proteger lo que en ellos habita, son la representación física de una inmensa profundidad. Jamás abraces un emblema sin comprenderlo. Las flores que yacen sobre las tumbas no son depositadas allí, nacen de ellas, y todo lo demás es un error demasiado asumido.

lunes, 26 de mayo de 2014

Puños de amoniaco

La fragilidad de una realidad
incierta
es dura, muy dura,
no puede afrontarse sobrio
o consciente,
la solución es fingir
que la mesa que golpeas es real
y meterte profundamente
en el juego,
golpeando sin cesar
antes de dormir,
no durmiendo,
teniendo miedo,
premeditando, planeando
el próximo golpe.

No hay tregua para una mente
encerrada,
como monomaniacos polifacéticos,
irónicos payasos,
andaremos dando golpes,
ensordeciendo el ambiente,
rompiéndonos los nudillos.

Siempre angustiados
por el próximo golpe,
cada vez más sedientos de ruido,
de confirmación de la irrealidad,
porque…
¿qué pasará el día que cese el ruido?

El eco nos devolverá
el absurdo sonido
a nuestros ciegos oídos
y como un flash de amoniaco
nos enviará a un presente frágil,
puro, libre...

¿quién sabe vivir en libertad?

domingo, 25 de mayo de 2014

Avanzando, arrastrándose sobre el lodo, dejando de ser para empezar a convertirse. Somos seres estáticos del presente que se deslizan todo el rato, hasta llegar a otra parada, a otra estación, a otro presente. Seres estáticos. No sé cómo será el resto del mundo pero yo soy de las que arrancan una página para tirarla al fuego, destruyo el pasado a mi paso, sólo vive en lo que me he convertido, soy como una pared llena de graffitis. Acumulación de arte con el paso del tiempo, parejas que rompen, fechas tachadas, esquelas nuevas, mensajes en botellas rotas… vino derramado en los muros. Soy la enorme mancha que deja el tiempo, difuminada y concreta, sesgada, parte del conjunto de los siglos. Aquí habito ahora, soy imposible de alcanzar, no hay tregua, no hay paz. Si alguna vez giro la mirada no volveréis a encontrarla.

jueves, 22 de mayo de 2014

A veces tengo que mover las manos para asegurarme de ser yo quien controla mi cuerpo, la situación, el presente. Lo hago y me quedo más tranquila al comprobar que me obedecen, pero entonces surge otro conflicto interno porque no sé si soy yo quién ordena el movimiento y ni siquiera qué es el movimiento. Me veo de repente succionada por un espacio blanco, hermético, la voz no se propaga. Deseo dejar de necesitar y empiezo a preguntarme otra vez si necesito desear cosas continuamente, pero luego atraigo mis deseos y me quedo vacía, expectante continua de situaciones absurdas. ¿Por qué sólo me llena lo inesperado? Deseo que me sorprendas, mierda, otra vez.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Extremo

Si nos encerrásemos
en una puta habitación
con todos los seres humanos
de este mundo,
uno por uno,
comprenderíamos que todos
son especiales,
conoceríamos sus manías,
sus particularidades,
el significado de cada silencio.

El mundo está lleno
de seres individuales mágicos
que se integran en la masa
y se mueven como autómatas,
con suerte, podremos ver
algún destello de esa individualidad
en sus acciones cotidianas.

Será bello.

Pero debemos perseguir sin tregua
a aquellas personas que brillen
entre el tejido gris
que es el mundo en movimiento,
tan uniforme que parece estancado,
debemos saltar tras
los que desprendan un aire irónico,
tras aquellas manos que se muevan
más rápidas que el resto.

Si una esencia te atrae
ve tras ella,
te está guiando
y sólo debes
andar sus pasos.

Revolviendo el baúl de los recuerdos

El insomnio
me visita y con frecuencia
busco tu esencia y dormirme
entre chupitos de tequila,
y encuentro la tuya y el fósil
de un cadáver
que a estas horas debería
ser ceniza.

Será por mi falta de memoria
que fosilizo esencias
en el fondo de los vasos
y al chupar el último limón
los revivo y los invoco,
y luego expulso de mi cuerpo
hasta tu primer trago.

Luego consigo dormir
y encuentro mis temores
más ocultos nadando en el vodka
de aquel mayo,
joder, odio los meses que riman
con su nombre.

Y temo las pérdidas más inminentes,
porque aunque sea un amor imposible,
tus tetas son mías.

 Parece mentira que ahora,
cuando empiezo a dejar de beber
para buscaros
es cuando encuentro la respuesta
más obvia,
el insomnio es la resaca del alma.

Lecho corrupto

El aire viciado de tu respiración contenida
envenenaba mis manos
que se perdían entre laberínticos
suspiros cíclicos que conducían
a la nada,
de espaldas a ti me condenaba,
asesina involuntaria, muerta en vida,
desleal hasta el primer trago
que no vomité y tuve que
pagarlo copa por copa,
hasta llegar a mi cama,
deshabitada y pura,
corrupta hasta la última gota.
Esnifar con rabia todo lo que entre, siempre, intentando evitar el encuentro último, porque de tanto buscarlo me parece ya algo rutinario y vacío, aunque no lo es, porque no lo tuve. He creado mil teorías, tantas, que ni siquiera las retengo todas en mi memoria, pero a veces me asaltan, en el momento justo, cuando veo a alguien reír exageradamente y un letrero en luces de neón me anuncia “es una persona demasiado triste”, o cuando se cruza en mi vida alguien desencantado, con ojeras marcadas y negras, apatía para desayunar y paso lento, escucho “puede amar infinitamente más que el resto”. Y así pasa con todo, otras mil teorías por acabar y litros de café en vena para contrarrestar la monotonía diurna. Sólo a veces. Otras, por el contrario se apodera de mí la otra parte de mi dualidad perfecta y veo arte en cualquier situación cotidiana, mirar al suelo es arte, hormigas en el asfalto es arte, sonrisa, por supuesto, es arte. Me desquicio demasiado a menudo porque mi mente dual no acierta a encontrar un punto de encuentro y lo único que fluye siempre en la misma dirección es la sensación de estar harta, cansada, fiel portadora de armas reglamentarias contra la resignación, qué irónico. Camino expectante, paso automático, y todas esas incoherencias que rigen mi vida me hacen seguir caminando porque en el fondo sé que en otra vida fui un pato, de esos que meten la cabeza y enseñan su culo a todo el mundo, burlándose de la puta humanidad, esos que luego nadan con elegancia. A veces siento que dentro de mí habitan todas las esencias existentes, y que todas ellas me arrastran hacia un lugar, la tierra me llama y yo me dejo a su merced, y aunque debería ser sencillo, es un trabajo demasiado costoso, porque el mundo tira de un lado y yo intento fluir en el río incesante de la verdad, rogando que no arranquen una parte de mi cuerpo. Así que así me encuentro, volviendo a la tierra de dónde salí y limpiando con sangre los cristales tintados de mi espacio, no podrán impedir que vea el camino. Silencio, me llaman los patos.

martes, 20 de mayo de 2014

Espera, de espaldas a mí, dejando terreno descubierto para arañar o integrar mi grito en la profundidad tenebrosa que es lo que refleja tu sombra. Recíbeme desarmada, como yo me muestro, porque el mal ocupa demasiado espacio y maquilla la oscuridad con el juego de los floridos gusanos que brotan del odio no hecho carne. Por eso deja que te arañe y profundice en tu cuerpo virgen con el odio contenido. La transformación será inmediata y se congelará en una pequeña gota envasada al vacío todo el amor que soy capaz de perpetrar.

Deslizando la apatía

Perdiendo el placer
por la satisfacción de las necesidades
físicas básicas
me adentro en un estado
apático de supervivencia
en el que me muevo
arrastrada por ecos
y por la perversión
de mis instintos.

No lloro,
las lágrimas han resbalado
hasta el fondo de los vasos
donde busco renacer entera,
como un bloque
sólido de hormigón
que albergue torbellinos
de hilos flácidos
que de vez en cuando
se alzan
y como filos
de la condensación del mal
rasgan todo lo que intenta
traspasar la barrera
de lo conocido.

Flujo amurallado

Rasgaría la paz
que nunca había existido
poniendo en entredicho
la volatilidad de la realidad.

Esnifaría el espacio y el tiempo
y habitaría por siempre
en el limbo atemporal de sus noches.

No habría tregua para sus párpados
como guillotinas incesantes
proclamando la pureza de cada nuevo momento
y la muerte por decapitación
de todo lo pasado.

Almacenaría cicatrices por todo el cuerpo
como recuerdo físico
de sus antecedentes
y nadaría por siempre
en el flujo incesante
de no saber que en la confusión
se encuentra la verdad
y viceversa. 

sábado, 10 de mayo de 2014

Desambiguación

Me arrastran con los ojos abiertos,
cegada por mis deseos frustrados
que no deben cumplirse,
empañando el único vaho cuerdo
que queda esta tarde,
bajo los efectos del alcohol
escribo una rápida sinceridad etílica
y pido mil veces
ser siempre así de sensata.

Hoy comprendo por qué se fueron,
por qué no se quedarán
y por qué me siento sobre todo
lo que me pesa normalmente.

Sonrío y la ironía envuelve la calma,
no hay sentimiento de espera.

Mis manos obedecen las órdenes
y pienso,
me arrasan oleadas de esencias
que aún no se han manifestado
y me pregunto
por qué aún no se han manifestado,
pero esto es el presente
y aquí nada importa.

Focos

Mi misantropía
se extiende tanto
que queda en nada,
sin apellidos, sin nombres,
sin nadie que concrete mi odio.

La intención de abarcar tanto
deja reducido a cero el propósito,
así que mantengo mi odio visceral latente
aprovechando un escape individual
para odiar por norma.

Pues en realidad el odio generalizado
significa que también me extiendo cuando amo,
porque cuando quiero a una persona
mi amor acoge a toda la humanidad.

viernes, 9 de mayo de 2014

Desgarros

Quiero meter y meterme,
todo ajeno a mi cuerpo,
intentar profundizar inútilmente,
quiero tragar,
hasta el fondo,
sin tregua,
tragar hasta perder la consciencia
del yo,
hasta no saber si algo está dentro de mí
o yo soy el recipiente de algo.

Limpiarme por dentro,
arrancarme la piel por fuera,
odiar todo lo que amo
porque nunca podrá ser
realmente mío.

No puedo matar lo que amo,
no puedo poseerlo,
me limito a observar
cómo se aleja
y yo sigo tragando
veneno,
intentando limpiarme,
arrancándome la piel,
llamándote a gritos.

Llorando a la nada,
suplicando una tregua
en la misma tregua.

jueves, 8 de mayo de 2014

Esnifar témperas

Somos yonkys del sentido,
amantes de la nueva doctrina        
del no-amor,
seguidores férreos
de atarnos las manos
y de dejar que nos empujen al río.

Seres que se arrastran,
seres que no suplican verbalmente,
que han perdido la capacidad
para ver un lugar mejor,
sería mucho pedir la lucha,
pero hasta han abandonado el llanto,
la forma física de expresar
el dolor que produce
habitar en el lugar no deseado.

Ha muerto la consciencia
de la posibilidad
y no hay deseos latentes
porque ya nada late de sus cuerpos.

No existen lágrimas
ni nada que se derrame,
el sexo se ha convertido
en un pasatiempos vulgar
y ya no se conoce ni el hambre
ni la sed.

No hay necesidades mentales,
no hay desgarros puntuales
porque la peor tortura
es un estado constante
de objetividad manipulada,
queman las telas
pero pintan el paisaje.

Desnúdate ante la nada

Cuando la nada te parezca
pasivamente agradable
pégate,
física o mentalmente,
pero date fuerte,
entra en razón.

¿Cómo coño la nada
puede ser algo agradable?
No florece nada,
no muere nadie.

Huye, arráncate
esos vestigios de conformismo arraigados
o las nuevas creaciones del mismo,
desnúdate y corre lejos de allí,
lo suficientemente lejos
como para mirar atrás
y ver un gris apático,
ni siquiera taciturno,
ni siquiera abrumador.

Simplemente gris,
cargado de monotonía
por la ausencia de ciclos,
cargado de aire pesado y seco.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Bailar en el cementerio

Se fueron,
tenían que irse,
no podía ser de otra forma.

Todos nos golpeamos
la cabeza contra
nuestra traición a lo obvio,
lo único que nos salva
es lo que nos miente rastreramente
y la sensación de creer inmortal
algo que por lógica cíclica muere
mata un poco de los sueños
que no tenemos dormidos,
pero es valiente aceptar
que la eternidad no existe
como se comprende tradicionalmente,
sino que se encuentra en palabras y besos,
en miradas fugaces en las puertas
de algún sitio,
que habita donde muere
tu noción del tiempo.

Por eso nuestro mayor problema
es creernos capaces de
vencer a la muerte,
pretender perpetuar la eternidad
es como pretender revivir cadáveres. 

Qué importa

Resaca de ausencias,
un ligero mareo
que remueve el epicentro
de algún lugar,
saca del fondo de tu foso
esencias claras, concentradas,
recuerdos.

Por otra parte
algunas veces
se remueve la inexistencia
y te deja esa sensación
vacía de nunca haber
llenado nada,
eso se llama
ausencia de resacas.

Alegorías

Voy creando alegorías,
representaciones  recordatorias
que me hacen más fuerte.

Desaparecerán del plano físico,
como todo lo banal,
cuando se incrusten en mi mente,
y ahí, como un clavo,
mantienen una idea sujeta a mí
con la fuerza de algo externo.

El siguiente paso
es que arraiguen fuerte,
como una imposición
no reconocida como tal,
algo involuntario.

Pero cuando simplemente comprenda
todo desaparecerá y habré ganado.

lunes, 5 de mayo de 2014

Cloc

Caminando por la calle
golpeo accidentalmente una piedra,
cae dentro de una alcantarilla,
“acabo de condenarla” pienso,
no tiene importancia,
al fin y al cabo es una piedra…
supongo,
pero eso me hace pensar
cuántas cosas condenamos
de un golpe,
descuidado, accidental…
sin posibilidad de vuelta atrás
la piedra se ha precipitado
y un mundo cae con ella.

domingo, 4 de mayo de 2014

A medio camino desfalleces, sientes que te arrastran hilos invisibles desde todas direcciones, siempre intentando seguirlos a todos, siendo consciente de la inutilidad de esos actos, ¡cada puto hilo te lleva a un lugar diferente! En contraposición al mundo, de culo a todo lo decente. Te arrodillas y lloras, hundida, deshecha en mil pedazos, piensas… ¿a quién debo seguir? ¿Por quién debo dejar arrastrarme? Abandonarte a merced de una entidad desconocida, deslizándote por el suelo que te recibe como papel de lija, fluyes rápida, herida, sin sentir siquiera el dolor. Para. Ponte en pie y deshazte de todos esos hilos que cada vez se hacen más fuertes, filamentos casi metálicos te amarran incrustándose en tu piel. Has sido muy poco precavida, te dejas arrastrar desnuda y en torno a ti aumentan su poder. Los arrancas de tu piel con furia, la fuerza contenida en la pasada desidia, se llevan trozos de tu carne, inevitable pérdida. Quedas tú en mitad del vacío, sangrante, exhausta, con una sonrisa en la boca y el sabor a libertad.

sábado, 3 de mayo de 2014

Lenguas

Crujen los pasos
de los años
y las letras sobre el improvisado papel
que es la propia carne,
intento grabar a fuego
mensajes de auxilio en la piel,
pero nacen palabras abstractas
con mensajes codificados.

-No puedo leerlos.

-Yo tengo la traducción exacta
de esos versos sangrantes,
es mi lengua y con ella te la daré.

La antesala

Me mancho las manos
-¡Dios, deja de rayarte!
-Joder, la tinta corre por mis venas
y me desangro.

Literal, sobre el papel,
textual, no importa.

Imprimo sobre un papel de libreta
el billete para el viaje de ida,
destino incierto.

La letra es confusa
y la mano ejecutora tiembla,
imposible huida,
obedece a tus impulsos,
las descargas eléctricas
te recorren como un rayo de vida.

La antesala a la nada, al vacío,
al humo.

Hogar

Edifica tu hogar sobre un castillo de naipes, siempre huyendo de las certezas porque son condenas sólidas sobre el mundo idealizado del quizás, porque te matan rápido, son como katanas frustradas cortando alas para sentirse menos putas, menos corruptas. Se imponen como palacios construidos con materiales que tú nunca podrías pagar. Deslumbran a los ojos poco acostumbrados a ese tipo de fracasos orgullosos, cobardía en oro. No hay batalla, se da por supuesto la victoria de lo que brilla. Me giro. -¿Qué haces? -Lo que brilla no es siempre lo más brillante -Ja ja. Pelea -No hay necesidad, me voy. Que se desplacen los kilos de corrupción dorada detrás de mi culo si quieren pararme. El fracaso se asienta sólidamente, inamovible, y crea sobre él su vanidad, y la decora con todo tipo de lujos que distraen la atención de lo verdaderamente importante. Está hundido, acabado, estancado. Edifica sobre sus propias ruinas y con ello pretende intimidar a los pequeños intrépidos. -Ja, ja, ja, cada noche me follo a Morfeo. Ven, sígueme! -NO PUEDO! Ni el eco de su propia perdición puede hacer caer el templo.

viernes, 2 de mayo de 2014

Ella era insegura en el fondo, no por falta de confianza o de amor propio, sino porque en su mente había tantas puertas y opciones, eran tan perfectamente  redonda  y deslizante que las ideas resbalaban constantemente de un lado a otro y nunca sabía cómo iba a encontrar su cabeza al segundo siguiente. Pocas ideas se quedaron ancladas, pero las que lo hicieron eran firmes, ¿principios inamovibles?, quizás.

Corría siempre de un lado a otro y se sentía atraída por lo que sabía que iba a desquiciarla, no sabía muy bien si quería hacerse fuerte a base de hostias o provocarse una muerte prematura, siempre esa dualidad. Así que así iba, menos destructiva de lo que aparentaba, más profunda de lo que decía. Sólo en el eco de su risa se escuchaba el verdadero mensaje y era tan aterrador como cierto, como ajeno para ella. Reía y reía y no se limitaba a contentarse con el placer espontáneo, hubiera sido capaz de reventarse la cabeza para sacar todo lo que allí habitaba y exponerlo al mundo, decirle, “eh, aquí queda mi legado, desaprovechadlo, no voy a quedarme viéndolo” pero nunca lo hizo porque la resignación le pareció siempre tan tentadora que decidió repudiarla, no era tan fuerte como para desertar dignamente, aunque lo sería, claro que lo sería, y entonces tendría que plantearse si quedarse o marcharse, si matar por no salvarse o por lo mismo.