sábado, 12 de abril de 2014

El otro extremo

Creyendo que todo es típico,
mediocre, vulgar,
huimos de una pureza extrema
sin saber qué es la vida,
preguntándonos a cada paso,
intentando cazarla
en forma de esencias vacías
o quizás demasiado llenas,
porque la mayoría de las cosas
son tan profundas
que agujerean el extremo
del lado contrario,
su superficie,
y sólo quién mire hacia el fondo
comprenderá
que ese desgarro superficial
es en realidad una herida profunda
que atraviesa el centro del alma,
y es que esto es la vida,
entre resaca y resaca,
poemas y mierda,
sin comprender que 

a cada paso desgarramos abismos.

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