Siempre fuimos dioses,
aunque nunca lo supimos,
vestidos de blanco y negro,
saltando senderos
para llegar al camino de golpe
o perdiéndonos por senderos
para olvidar el camino marcado.
aunque nunca lo supimos,
vestidos de blanco y negro,
saltando senderos
para llegar al camino de golpe
o perdiéndonos por senderos
para olvidar el camino marcado.
Siempre blancos y negros.
Ahora veo el recorrido
y todas esas sendas
que exploramos con temeridad
pero sin miedo,
tienen sentido,
pisamos tierra firme
en un ilusorio presente
y volvemos a llegar al centro del camino
con las manos limpias
y volvemos a perdernos en los senderos
con las manos limpias.
Somos y seremos dioses y aquí estamos,
invocando el ámbito divino,
buscando entre zarzas y risas,
estos somos y no hay más,
estamos totalmente perdidos,
tanto como para encontrarnos.
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