sábado, 5 de julio de 2014

Pasan los días, los meses, y yo me siento amenazada porque no consigo involucrarme en nada, me estoy alejando de mi propia vida, como una placa de hielo que se separa del glacial. No sé adónde voy ni puedo parar el viaje, e irónicamente mi miedo por derretirme y desaparecer me hace reforzar el hielo que me envuelve. Estoy perdida, no sé si sólo soy una masa de agua congelada o si sólo soy agua, que incluso puede evaporarse. Si soy gas, líquido o sólido, si lo soy todo o no soy nada. Nací helándome pero me distancio y veo ciudades de hielo que se alzan inescrutables manteniéndose en su propia tortura, petrificando el gran absurdo. Ando a la deriva y dudo incluso de mi forma, desconozco mi contenido. Ahora estoy físicamente sentada en mi física silla de mi físico cuarto de mi material y sentimental mundo actual, pero se desprenden pedazos de mí que huyen en todas direcciones. No puedo llorar pero me estoy inundando por dentro. Espero no dejar un cascarón vacío cuando todo se haya marchado. Espero reconstruirme en otro lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario