Me afecta la ausencia de algo que me impide tener carencias,
mordiscos afectivos en el bajo vientre, por ejemplo, que me recuerden que no
sólo se grita de dolor. El agotador sentimiento del caluroso recuerdo de
vuestra ausencia, no como tal pues no se ha cometido, no me es posible
aferrarme a ficticias realidades pasadas, por ahora, no es mi estilo amar una
mentira, pero sí lo es amar lo inexistente y anhelarte, aunque no existas,
porque te perpetúo perfecta y mando mi amor a precipitarse al vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario