viernes, 18 de julio de 2014

Hay paz porque estoy mojada y fluyo deslizante sobre la superficie de espejo de este terreno infértil, no he dormido ni aspiro a hacerlo, ha sido un día genial y redondo como la perfección misma, si tiene forma, será cualquiera, pero hoy ha sido circular. Suelo escribir cuando estallo, es mi forma de sangría, mi cura terapéutica, pero hoy apenas coherente mis manos obedecen impulsos que alguien emite, no yo, no sé. Soy consciente de mi cuerpo porque duele al igual que duelen las heridas cuando no se curan y sangran de madrugada despertando a todos los gatos del vecindario, para que me miren, porque la Luna a veces no es suficiente. Enjabono el cielo, de forma literal, por supuesto, y no espero respuesta ni luces de alarma, es por gusto, puro vicio. Abandono resquicios de lo que nunca fuimos, fantasmas asaltan para reafirmar el terreno volátil, explosiones a mi espalda, luz, más luz.

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