sábado, 5 de julio de 2014

Ha pasado demasiado tiempo y uno aprende a vivir a base de recuerdos que se vuelven buenos para ahuyentar el suicidio. Te conviertes en una extensión de lo que fuiste pero más sabia. Pasa el tiempo y el mundo, ruedan las estaciones, y esperas poder volver a implicarte en algo. Pero ya nada me succiona, hablaré claro y en primera persona, me siento dejar fluir por las aguas de la vida, por su superficie, como quien sólo usa el fuego para calentarse, pero ya no buceo ni me dejo arrastrar por mi afán curioso que anhela estar desquiciada. Sigo excusándome y diciendo que pronto llegará la primavera.

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