De salto a salto nos proclamamos héroes y caemos en el error
de relegar las elegías a un segundo plano. Olvidamos que olvidar es un concepto
heróico y proclamamos que saltar es un tema de vagabundos sin casa. En la cama
ya no me esperaba a nadie y desahucié a todo el que quiso instalarse en un
rincón de mi alma. He construido con cemento el fuerte más inexpugnable pero
olvidé dejar una abertura en blanco por si quisiera marchar algún día. Cederé a
tus súplicas porque en ellas escucho mi propio eco, dentro de estas cuatro
paredes ya no me reconozco y me alzo por encima de mí como quien jamás
atravesará asfalto.
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