domingo, 21 de diciembre de 2014

Seguimos en pie porque no hemos conseguido nada, andamos siempre con la solución perfecta en la mente, condenándonos, nos mantenemos vivos porque estamos incompletos. Cuando la obra perfecta acaba se abandona el lápiz y se quema el cuaderno, muere el autor. Se salva, se invocan otro tipo de cosas, otro tipo de lugares que jamás se pronuncian, que no se pueden pronunciar, desaparece la lengua, el idioma, los pies, desaparecen las sombras y los cuerpos. Mientras tanto se afilan los lápices y se ordenan los folios, se ejercita la lengua, se maquillan los cuerpos, se alaban las sombras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario