Tu imagen es la sombra rígida que me impacta justo en la
frente a la hora de imaginar cosas que son mejores que los ruidos mojados, en
las acertadas suposiciones de siempre. Has acertado desde que empezaste a tener
intuición dentro de la razón a modo de guía, un guía con ademanes autoritarios,
un esclavista que acusa de estúpidos a todos los que no han viajado a la
velocidad del rayo, en el mismísimo rayo. El ritmo escurridizo de tus silencios
no es guía, es un guiado mártir de alguna emancipación que no fue posible, como
todas en las que son necesarias más de tres personas. El máximo cuadrado se
equipara a la sombra rígida de tu existencia individual dentro de este
pentágono moral de lo exquisito, de pedir prestado antes de prestar todos tus
presupuestos accidentalmente acortados desde el principio de “pedir” hasta el
final de “matrimonio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario