Debería coger el martillo y amoldarlo todo a mi paso. Quise
fluir fluir fluir musicalmente por todas partes y acabo de descubrirme llena de
despojos de cosas tiradas por la gente.
Redimir como sinónimo de ir bajando hasta encontrarse con el
perdón del que te empuja la cabeza, y no te mueves cabeza abajo sino hundiendo
tu cuerpo en el suelo, el suelo de otros, el suelo donde nada ha nacido nunca.
Anoche no es nunca, nunca es ningún lugar, lugar es nada ni
visto ni descubierto por nadie, un vencido por ninguno, un perderse en ningún
sitio ni tener ojos mirando al perdido, al perdedor, vencer es descender hacia
donde ya no hay nada que pueda ser superado. Si existiera, si existiera todos
deberíamos empezar desde ese punto.
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