Me gustaba más mi época de autodestrucción consciente, me
daba vida. He intentado empezar a cuidarme, abandonando hábitos insanos, ya
sabes, e irónicamente me está matando. El tiempo cae como un pájaro herido sobrevolando un acantilado y se clava en mis costillas cuando me nombran. Debo de tener algún tipo de trastorno disociativo, el mundo se desdobla a mis ojos y me asusta enormemente el paso del tiempo. Soy ajena a todo lo que me mantiene inmersa. Cuando necesites que te diga “quédate” no lo haré y sé que te irás y yo me quedaré aquí, matándome por no matarme, salvando a la muerte con mi muerte, invocándote mientras te alejas, no echándote de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario