domingo, 1 de mayo de 2016

El mundo me arrastra, es como si hubiera nacido dos siglos tarde y debiera reincorporarme ahora. Todas las cosas por las que hubiera caído han pasado ahora a un segundo plano, a un análisis interno desde la parálisis de la acción. Supongo que la literatura no, me ahoga, me llama, me oprime. Es esencialmente violenta.

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