domingo, 1 de julio de 2018

El estanque de los vivos


Qué poeta, qué profeta,
qué estanque de agua estancada
cómo decir sin redundar
cómo salir de la rueda.
La perdición del perdedor, ¿ya no es lo mismo?
Ya que se ha cerrado
¿quién se ha quedado dentro y quién fuera?
¿La libertad de un cuarto amurallado
es necesariamente, menos válida?
Si la calle, con sus luces, sus colores y sus sombras
te da espacio, ¿de qué carne estás hecho?
La madera que usaron para hacerte, ¿cuándo va a llenarse de insectos?
Si lo puro es incorrupto se asemeja a la muerte,
las obras parecen que perduran en el tiempo, ¡qué clásicos!
y las manos que crearon, ¿cuándo mueren?
El hueso del cráneo dura más que su materia blanda,
esta podría hacerse agua tan sólo cerrando el puño,
pero, ¿qué puño quiere matar la vida así creando?
¿qué mano se alza y se cierne alrededor de mi garganta?

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