miércoles, 26 de agosto de 2015

La transvaloración del tiempo

Que no he tenido la necesidad
de negarme a nada
que he preferido cerrar la puerta
y cortar el aire en pedazos,
abriendo las ventanas de enero
rogando que se solidificara,
que hay meses que se perpetuaron
sobre las mesas de escritorio
sobre las tazas sucias
que bebía a medias
y se me imprimían las ganas
de llegar a un más allá
sobre los hombros
y conjuraba mis miedos sobre papeles
de libretas de asignaturas
que me resultaron poco provechosas
y conjugaba verbos en tiempos
tan imposibles como inexactos
y siempre en pasado
porque preferí pensar
que prefería sentir
que lo bueno estaba por llegar,
aquí y ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario